martes, 10 de noviembre de 2015

Elogio de la Tradición: Fiesta Transnacional: 20 Años Después

Elogio de la Tradición: Fiesta Transnacional: 20 Años Después, de Wilton Martínez. 
Martínez, Wilton (2012) Fiesta Transnacional: 20 Años Después. Centro de Antropología Visual del Perú. Perú / EEUU. 60 min.



«Tradición» es uno de aquellos luminosos términos que, por el denso significado que encierra, muchas veces resulta incomprensible y oscuro para el que lo trata de asir o sondear. Devendrá luego en una noción que es fundamental y a la vez imposible, tal como si uno quedara ciego tratando de ver directamente al sol de cada día. Hablar de ella merecerá echar mano del juego de espejos –unos opacos y otros más diáfanos– pero que en suma reflejarán en su pequeño ser los destellos de algo superior.  El Hombre y la Tradición son, pues, análogos e insustituibles entre sí para poder acercarnos a un término como a otro. El trabajo etnográfico constituirá entonces una de las más apropiadas maneras para apropiarse de la Tradición en un sentido más universal, a partir de las costumbres locales y particulares de un grupo humano definido   –algo a lo que los romanos llamaban mores, y que aluden a las tradiciones (con minúscula).

«Pinta tu aldea, y pintarás al mundo» señalaba Tolstoi, y lo hacía bien. Es menester, por ello, adentrarnos en el conjunto de manifestaciones culturales que amalgaman e identifican a cada uno de nuestros pueblos para allegarnos más a la tan deseada identidad regional o nacional. La Modernidad, que como apisonadora desde el S. XVII viene propiciando la estandarización del hombre –y su correspondiente degeneración– en virtud a sistemas de pensamiento hegemónicos  e impermeables, y a una cultura reproductora de Hombres-masa; ha erosionado las particularidades locales sustentadas en principios globales (como en la época de la Cristiandad medieval), por una masificación de las peculiares manifestaciones de una región en base de la negación de cualquier noción universalista (V.gr. Cultura de masas y lógica de consumo).   

Es en este contexto que podemos aprovechar «Fiesta Trasnacional: 20 años después», film que ha recogido más de 500 minutos de material de estudio antropológico, realizado por el Centro de Antropología Visual del Perú. En él asistimos a la organización y desarrollo de la Fiesta de la Virgen del Carmen en Cabanaconde, organizada por la comunidad de emigrantes residentes en Maryland Estados Unidos. La familia Quispe Abril regresa, veinte años después, a devotarse en la fiesta retornando a los orígenes. Utilizando la técnica de la Observación Participante, el interlocutor se reduce a la máxima expresión para dar la voz a los propios asistentes de la fiesta, quienes nos hacen partícipes de sus anhelos, temores y alegrías. «Fiesta Trasnacional: 20 años después» es la secuela de «Fiesta Trasnacional» grabada en el 1991, en plena época de caos terrorista y económico, en la que Teodocio y Julia –patriarcas de los Quispe Abril– regresarían a Cabanaconde para participar de la mencionada fiesta.

La cinta constituye, luego, un riquísimo documento que puede ser abordado desde diversas perspectivas y puede responder, a la vez que postular, muchas preguntas. En ella se observan todos los contrastes y la complejidad de la realidad: las discusiones y enfrentamiento entre los recién venidos y los residentes; entre las generaciones que componen a las familias Quispe y Abril, e incluso al discurso de los protagonistas a lo largo del tiempo (1991 – 2011). El ejercicio de poder mediante la representación simbólica (capas de colores, varas, candelas, procesiones, toros) se prestará también para el análisis histórico y las correspondencias o pervivencias de estas costumbres con las procesiones barrocas del S. XVI y la organización del espacio americano en dos Repúblicas. Finalmente, la importancia de la cinta también reside en el diálogo que inicia con los espectadores, cuestionando tácitamente su identidad y sus raíces. Es por esto que, tal como manifestaron los productores, la cinta ha tenido una especial repercusión en el ambiente arequipeño –en donde la redefinición de la identidad es un tema capital y vigente– en los numerosos espacios públicos en que fue expuesto.

Vale la pena destacar, además, la pertinencia del manejo cinematográfico, que sin ser reducido a la simple grabación de acontecimientos, reduce su contenido estético a lo mínimo indispensable para no deformar la verdad científica mediante cualquier artilugio retórico. Esto en contraste con excelentes cintas que como «Sigo Siendo» (2013) han definido más su discurso, restándole amplitud, mediante un soberbio manejo de la fotografía y el escenario. En este caso «Fiesta Trasnacional: 20 años después» fructifica en pertinencia lo que siembra en austeridad.


Una importante producción y un excelente testimonio. Está disponible en Red. «Fiesta Trasnacional: 20 años después» vale la pena ser vista y comentada. Esperamos que los gestores culturales nos concedan, una vez más, un espacio de difusión de la cinta; en especial en espacios descentralizados en los alrededores de la ciudad. Su debate quizás merecerá otra película.