“Los Films Contemplativos”: La trilogía
de Apu, de Satyajit Ray.
Satyajit Ray: Pôther
Pãchali, Government of West Bengal. 115.
min. 1955.
Aparajito, Aurora/ Epic
Film. 108 min. 1958.
Apu sansar, Satyajit Ray
Productions. 103 min. 1959.
Por:
César Belan
“Cuando el neorrealismo llega a la India
y se funde al budismo hindú: un film contemplativo”. Así catalogaba Guillermo
Cabrera Infante –prolífico escritor y crítico de cine cubano- a “La canción del
camino”, la primera entrega de la saga de Satyajit Ray; trilogía –que a estas
alturas- está reconocida como una de las cúspides de la cinematografía mundial.
Transcurría la primera mitad de la década de los 50’ y “Caín” (seudónimo de
Cabrera Infante) incluía en su relación de sus “doce mejores películas” a la
recién estrenada Pather Panchali (1955),
modesta película india que sólo pudo terminarse gracias a la subvención del
gobierno de Bengala.
Es así que, de primera intención, se
consideró a esta obra maestra como un maravilloso film cuasi-documental; sin
embargo las magníficas cualidades técnicas de la película (tal como la
ambientación y la fotografía), un sencillo pero sólido guión y un maravilloso
marco natural y “cultural” –resaltado como pocas veces por la música del
maestro Ravi Shankar- hacen de ella la mejor película realizada hasta ahora en
la India, y quizás una de las mejores de todos los tiempos.
Ray había iniciado una revolución en su
modesta Bengala con su primera película, y ante el impacto causado el propio
Primer Ministro Indio subvencionaría los dos siguientes films de la trilogía:
“El invencible” y “El mundo de Apu”, en las que sin dejar de evidenciar la
calidad técnica y dramática en manos de Ray, recorremos entusiastas e
hipnotizados los progresos y reveses de Apu, el pequeño del que fuimos testigos
de su nacimiento en la primera entrega.
Las tres películas son dignas de verse,
por todo lo antedicho, incluso de un tirón; el tono “contemplativo” –a decir de
Cabrera Infante- nos sumirá en el delicioso letargo de esta sensible –nunca
sensiblera- producción, para luego introducirnos en el misticismo y la
desbordante emoción de la India.
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