Elogio de la
Tradición: Fiesta Transnacional: 20 Años Después, de Wilton Martínez.
Martínez, Wilton (2012) Fiesta Transnacional: 20 Años Después. Centro de Antropología
Visual del Perú. Perú / EEUU. 60 min.
«Tradición» es uno de
aquellos luminosos términos que, por el denso significado que encierra, muchas
veces resulta incomprensible y oscuro para el que lo trata de asir o sondear. Devendrá
luego en una noción que es fundamental y a la vez imposible, tal como si uno quedara
ciego tratando de ver directamente al sol de cada día. Hablar de ella merecerá
echar mano del juego de espejos –unos opacos y otros más diáfanos– pero que en
suma reflejarán en su pequeño ser los destellos de algo superior. El Hombre y la Tradición son, pues, análogos
e insustituibles entre sí para poder acercarnos a un término como a otro. El
trabajo etnográfico constituirá entonces una de las más apropiadas maneras para
apropiarse de la Tradición en un sentido más universal, a partir de las costumbres
locales y particulares de un grupo humano definido –algo a lo que los romanos llamaban mores, y que aluden a las tradiciones
(con minúscula).
«Pinta tu aldea, y
pintarás al mundo» señalaba Tolstoi, y lo hacía bien. Es menester, por ello,
adentrarnos en el conjunto de manifestaciones culturales que amalgaman e
identifican a cada uno de nuestros pueblos para allegarnos más a la tan deseada
identidad regional o nacional. La Modernidad, que como apisonadora desde el S.
XVII viene propiciando la estandarización del hombre –y su correspondiente
degeneración– en virtud a sistemas de pensamiento hegemónicos e impermeables, y a una cultura reproductora
de Hombres-masa; ha erosionado las
particularidades locales sustentadas en principios globales (como en la época
de la Cristiandad medieval), por una masificación de las peculiares manifestaciones
de una región en base de la negación de cualquier noción universalista (V.gr.
Cultura de masas y lógica de consumo).
Es en este contexto
que podemos aprovechar «Fiesta Trasnacional: 20 años después», film que ha
recogido más de 500 minutos de material de estudio antropológico, realizado por
el Centro de Antropología Visual del Perú. En él asistimos a la organización y
desarrollo de la Fiesta de la Virgen del Carmen en Cabanaconde, organizada por la
comunidad de emigrantes residentes en Maryland Estados Unidos. La familia
Quispe Abril regresa, veinte años después, a devotarse en la fiesta retornando
a los orígenes. Utilizando la técnica de la Observación Participante, el
interlocutor se reduce a la máxima expresión para dar la voz a los propios
asistentes de la fiesta, quienes nos hacen partícipes de sus anhelos, temores y
alegrías. «Fiesta Trasnacional: 20 años después» es la secuela de «Fiesta
Trasnacional» grabada en el 1991, en plena época de caos terrorista y
económico, en la que Teodocio y Julia –patriarcas de los Quispe Abril–
regresarían a Cabanaconde para participar de la mencionada fiesta.
La cinta constituye,
luego, un riquísimo documento que puede ser abordado desde diversas
perspectivas y puede responder, a la vez que postular, muchas preguntas. En
ella se observan todos los contrastes y la complejidad de la realidad: las
discusiones y enfrentamiento entre los recién venidos y los residentes; entre
las generaciones que componen a las familias Quispe y Abril, e incluso al
discurso de los protagonistas a lo largo del tiempo (1991 – 2011). El ejercicio
de poder mediante la representación simbólica (capas de colores, varas,
candelas, procesiones, toros) se prestará también para el análisis histórico y
las correspondencias o pervivencias de estas costumbres con las procesiones
barrocas del S. XVI y la organización del espacio americano en dos Repúblicas.
Finalmente, la importancia de la cinta también reside en el diálogo que inicia
con los espectadores, cuestionando tácitamente su identidad y sus raíces. Es
por esto que, tal como manifestaron los productores, la cinta ha tenido una
especial repercusión en el ambiente arequipeño –en donde la redefinición de la
identidad es un tema capital y vigente– en los numerosos espacios públicos en
que fue expuesto.
Vale la pena
destacar, además, la pertinencia del manejo cinematográfico, que sin ser
reducido a la simple grabación de acontecimientos, reduce su contenido estético
a lo mínimo indispensable para no deformar la verdad científica mediante
cualquier artilugio retórico. Esto en contraste con excelentes cintas que como
«Sigo Siendo» (2013) han definido más su discurso, restándole amplitud, mediante
un soberbio manejo de la fotografía y el escenario. En este caso «Fiesta
Trasnacional: 20 años después» fructifica en pertinencia lo que siembra en
austeridad.
Una importante
producción y un excelente testimonio. Está disponible en Red. «Fiesta
Trasnacional: 20 años después» vale la pena ser vista y comentada. Esperamos
que los gestores culturales nos concedan, una vez más, un espacio de difusión
de la cinta; en especial en espacios descentralizados en los alrededores de la
ciudad. Su debate quizás merecerá otra película.