miércoles, 29 de diciembre de 2010

Una buena mala película: Invasión.

Una buena mala película: La Invasión, Hermanos Strause

Skyline: Greg and Collin Strause. Hydraulx Entreteiment. 2010. 92 min.





Para muchos aficionados a las películas de acción o Ciencia Ficción los efectos especiales son fundamentales para cualquier buen film, e incluso algunos podrían señalar que es lo único importante. Películas como Independence day (1996) y Dante’s Peak (1997) vendrían a confirmar esto. Sin embargo, Skyline es la mejor prueba que una cinta sin un -al menos mediocre- guión nunca será considerada como tal. La invasión es la segunda película de los Hermanos Strause, galardonados técnicos en efectos especiales, quienes, envalentonados por sus éxitos en este rubro decidieron emprender una carrera como directores (invirtiendo seis millones de dólares de su fortuna personal).

Donald Faison, actor secundario en Scrubs, representa a Terry, un exitoso agente de efectos especiales que invita a Jarred, su -no tan exitoso- ex colega y amigo de la infancia. En la primera media hora, una esterotipada serie de sucesos íntimos y dilemas personales –de los que resalta la renuencia de Jarred a aceptar su paternidad- no lograrán involucrar al espectador más allá delo mínimo indispensable. Acto seguido, y como consecuencia de una –tan insólita como inoportuna- invasión alienígena al planeta, los roles planteados al inicio darán un giro de 360 grados, haciendo de todos los personajes superhéroes de cualquier mal comic: Nuestra –moderna- incapacidad de asumir un compromiso, se desborda y sublima hasta evocar una ridícula invasión alienígena para evadir las temibles relaciones humanas de la vida real.

Asistimos, por lo tanto, ante una obra que, bajo la excusa de narrar cualquier ficción, nos regala una serie de inverosímiles, pero por eso no menos logradas secuencias de explosiones, rayos luminosos, naves espaciales y demás fabulosas escenas; todas inscritas dentro de un –también– nada creíble drama personal. A pesar de sus méritos visuales, la película de los Strause decepcionará al más encandilado seguidor del SciFi, simplemente por subestimar la columna vertebral de cualquier film: el guión.

(I Palmas fraternales)